sábado, 16 de junio de 2007

Sobre la muerte

La muerte es un tema que siempre me ha obsesionado, tal vez puede sonar extraño o enfermo, pero creo que no va por ahí. Me interesa entenderla, comprenderla, aprender algo de ella cuando sucede.
El año pasado, en la facultad de Filosofía y Letras, hubo un coloquio sobre la muerte, se explicó desde varios puntos de vista: social, medico, psicológico, literario, etc. No perdí tiempo y asistí a todas las conferencias, como siempre, fueron días pesados, ya que las conferencias duran varias horas y son toda la tarde, durante dos o tres días. Aprendí y comprendí muchas cosas. Además también tomé el curso de Antropología Filosófica durante dos semestres, en algunas clases se habló y discutió sobre este tema.

Lo que tengo muy claro, es que el hombre se comporta como lo hace, debido a que no es consciente de su mortalidad. ¿Cuántas veces no hemos tenido ganas de decir o hacer algo, y siempre lo dejamos para después? Como si estuviéramos seguros de que habrá un después, de que habrá un mañana. Siempre hablamos del futuro, dejamos caer nuestras decisiones e ilusiones en un tiempo que es incierto. Sin detenernos nunca a pensar en que lo verdaderamente importante es el ahora, el presente, y que es lo único "seguro".

La muerte es algo inevitable, inesperado, eso es lo que sabemos. Creí haber entendido todo acerca de ella, pensé haberla entendido a tal grado que cuando sucediera a alguno de mis seres queridos, sería algo que aceptaría como algo natural. No fue así.

Quise hablar de este tema porque hace casi un año murió una de las personas que más he amado, mi abuelita Rebeca. Una persona sana, llena de vida y relativamente joven. Cuando recibí la noticia, no sentí nada, no lloré, ni siquiera cuando vi que se la llevaban en una camilla cubierta con una sabana. Fue un día domingo, íbamos a salir con ella, se metió a bañar muy temprano, se resbaló en la tina. Así se apagó su vida. Fue todo un relajo hasta que la pudieron trasladar a la funeraria cerca de las 7 pm. Cuando yo llegué, ya estaba toda la familia. Vi el ataúd cerrado. Pedí que me dejarán verla, fue hasta el momento de verla ahí "dormida", que caí en la cuenta de lo que había sucedido, lloré, lloré mucho. Por todo lo que ya no era para ella, su nieta consentida, su niña bonita, como siempre me decía. Es egoísta pero así es. Aún no lo entiendo, todavía me cuesta trabajo aceptarlo, siempre me imagino que ella sigue ahí, en su casa. Aún sueño con ella, a veces tengo pesadillas. La sigo queriendo y extrañando.

Me di cuenta que ni con todas las clases del mundo sobre la muerte, llegaré a entender la complejidad de ésta. Nunca estaré preparada para afrontar esta inevitable situación, ese hecho inesperado.

Algo que quiero agregar es, acerca de ese "mito" que se tiene de que los mexicanos tomamos la muerte con humor o indiferencia (como decía Octavio Paz), por aquello de la colorida celebración del día de muertos. La muerte es muerte, aquí y en china. Siempre hay dolor, recuerdos y cicatrices que no se borran nunca.

La muerte es una vida vivida.
La vida es una muerte que viene.
Jorge Luis Borges.
Incierto es el lugar en donde la muerte te espera.
Séneca.

4 comentarios:

el d1eg0 dijo...

Mi jefe descumplió 4 años en Mayo y la neta no hay día en el que no espere que suene el teléfono y sea él, diciendo "¡A güevo, flaco! Te la creíste...", cagándose de la risa; sin embargo, creo que extrañar no es otra cosa que querer de lejitos, aunque la distancia sea tres metros bajo tierra.
Soch is laif
Soch is ded...

Unknown dijo...

Todos sabemos que la muerte ha de llegar, pero siempre la queremos ver como algo lejano, pero cuando llega a nuestro circulo cercano nos damos cuenta de que no es así. Me recuerda una fabula zen que cuenta Jodorowsky en la que un maestro zen esta moribundo y aunque habla de que solo será su cuerpo el que muera y su espíritu seguira existiendo en otro plano, al llegar el momento de su último aliento llama a señas a un discipulo y este le pregunta ¿que desea maestro? y el responde ¡¡¡vivir!!!, por mucho que "entendamos" la muerte, todos queremos vivir y que los nuestros vivan. En mi caso ya perdí a mis abuelos paternos y siempre es dificil.

El de-compuesto dijo...

Hace un mes murió una de mis mejores amigas, de una manera muy atroz y el tema ha sido muy difícil para mí.

De la experiencia te puedo decir que la muerte, a pesar de que llegue inesperadamente, nunca es inesperada. Y que cuando se muere un amigo, sobre todo un amigo joven como uno, uno también se muere. Se muere mucho.

day_87 dijo...

a mi tambien hace unas semana se me murio mi abuelo al que queria mucho,tanto que todavia no puedo entender que ya no este.La muerte vino y se lo llevo de la nada.Creo que es algo inexplicable entender la muerte yo creo que nunca la voy a comprender!es algo tan feo que el que lo haya pasado ya sabe que siente perder a un ser querido.No era la primera vez que me pasaba ya he perdido a varias personas que he quierodo mucho.
Lo positivo que me dejo la perdida de mi abuelo que hay que apreciar la vida y disfrutarla al maximo,no sabemos si mañana o pasado o quizas dentro de años la muerte nos encuentre.