Mi niña

Ya han pasado muchos días desde mi último post. Y es que no he estado con animo para escribir, no sé ni siquiera como empezar y contarles lo que pasó.

Kyra (una schnawzer de 4 años) estaba ya muy enferma, el día que la saque del hospital, me dijeron que ya no podían hacer nada para ayudarla, y como la veía muy deprimida, decidí que lo mejor era traérmela a casa. Esperaba que conmigo su animo subiera y así se mejoraría. Eso no pasó, con el correr de los días la situación empeoraba, ya no quería comer y casi no tomaba agua, y se la pasaba tirada en su cama. Siempre que la cargaba, se quejaba mucho y al tocarle la pancita (que ya tenía muy inflamada) igual.

Su enfermedad tardó como unos dos años en desarrollarse, no tenía síntomas y nunca me di cuenta. Cuando lo hice, ya era tarde, su hígado no era normal, además de que ya había derramado su líquido al igual que su vesícula, pobre de mi niña!

Ya no podía verla sufrir, ya no se iba a mejorar, si la dejaba así pronto iba a empezar a tener hemorragias, todo empeoraría.

Tuve que tomar una decisión difícil, demasiado, porque yo la amaba, era como hija, fue mi compañera, compartió conmigo más tristezas que alegrías, era la única que me extrañaba en mi casa y la única que me hacía caso. al final decidí que la eutanasia era lo mejor, para las dos, porque yo también sufría al verla así.

Me costo mucho trabajo, porque era una perra bien fuerte, pero esta vez ya no pudo recuperarse. Aunque se sentía muy mal los últimos días, aunque ya no comía, aunque estaba deshidratada; siempre que escuchaba rebotar su pelota, se levantaba e intentaba jugar, cuando llegaba a casa iba a recibirme, aunque no tan efusivamente como siempre.

Me arrepiento de haberlo hecho, me odio por tener que decidir la muerte de un ser que no podía opinar y al cual amaba. Nunca voy a olvidar sus ojitos tratando de ver al veterinario, tratando de ver que le iban a hacer. Una sola cosa que pienso que no estuvo mal, es que pedí que vinieran a casa a ponerle la inyección, trate de causarle el menor estres posible. Se durmió para siempre en su camita.

Eso sucedió el sábado, y apenas ayer Martes fue su cremación, volví a verla, ahora en una bolsa y dentro de un horno. Todo ha sido un trauma para mi, a nadie le he dicho como me siento, no he querido hablar de eso con nadie porque siento que se me hace un nudo en la garganta, además se que nadie me va a entender, se que pensaran que exagero.

Hasta hoy decidí desahogarme un poco aquí, escribiendo.

Esta foto fue tomada antes de su muerte...